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Estudiante austriaco anuncia que demandará a Facebook por colaborar con la NSA

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El austriaco y estudiante de derecho, Max Schrems, informó que pretende presentar una demanda colectiva en contra de la red social de Zuckerberg, ya que según él estaría cooperando con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), de EE.UU.

Según consignó RT, el estudiante aseguró que la red social no otorga seguridad a los usuarios para utilizar sus datos personales.

En su demanda Schrems, subraya la “falta de una manera efectiva para aceptar o rechazar los múltiples usos de la información personal” y asegura que Facebook es indulgente con los datos personales de sus usuarios y que estaría cooperando en las operaciones de recopilación de datos del organismo de inteligencia gringo.

No es la primera vez que este joven se va en contra de Facebook, en 2011 pidió a la red social toda la información personal que se tenía de él y obtuvo un documento con más de mil páginas, que incluso detallaba correspondencia con sus amigos.


Morir engrillado en Chile: El dramático caso de Juan Montupin

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El frío metal rodea la pierna huesuda de Juan Montupin. Desde la argolla al fierro lateral de la cama pende una cadena de 20 centímetros. Al otro lado de la puerta, afuera de la sala común, están sus dos celadores. Lleva varios días de agonía y continúa engrillado a una antigua cama del hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Llegó hace nueve días proveniente del hospital penitenciario. Tiene compromiso de conciencia y está conectado a oxígeno. Su huída, en verdad, parece un acto más que imposible. Jennifer, su hija, está sentada a su lado y no para de llorar. Habla con una enfermera para que le saquen las esposas. La mujer le responde que el problema es de Gendarmería. Ella se queja que ni siquiera ha podido hablar con un médico. Nadie la puede consolar, simplemente no entiende por qué su padre está condenado a morir como un esclavo en pleno siglo XXI.

***

Ficha de clasificación 21.794: Juan Carlos Montupin Carvajal, 43 años, imputado por robo con violencia. Casado. Religión: evangélica.

El jueves 13 de marzo, Eugenia Carvajal Ahumada, tía de Juan Montupin, fue recibida por el Director Regional de Gendarmería, Carlos Muñoz Saavedra, en una audiencia privada. Eugenia le pidió, atendiendo a la delicada situación de salud de su sobrino, que le retiraran las esposas. Muñoz le respondió, según consta en un oficio de Gendarmería, que “las medidas de seguridad se enfocaban netamente en el resguardo de la integridad física del interno”. O sea, que las esposas eran una medida de protección atendiendo “los cuadros de descompensación psiquiátrica que lo afectaban”.

-Pero si están haciendo todo lo contrario. Él se está muriendo ¿Cuál es la protección?- replicó la mujer.

Así eran las reglas del juego. Aún lo son. La circular 126 del año 2009, redactada por el subdirector operativo de Gendarmería, inspector Víctor Luarte, es el último documento relativo a instrucciones de seguridad penitenciaria donde se establecen las normas de supervisión de reos en centros asistenciales. El punto tres dice: “Si en la eventualidad el interno requiere hospitalización, el servicio de custodia deberá ser asumido a lo menos con dos funcionarios, los que en ningún caso podrán mantener al interno sin vigilancia visual y/o directa, considerándose siempre la aplicación de las medidas de seguridad de contención (esposas y/o grilletes)”.

La solicitud de la mujer, atendiendo al protocolo, no fue considerada. El documento, además, no establecía diferencias entre un reo desahuciado, o en estado agónico, y otro de extrema peligrosidad. Ni siquiera había matices para la interpretación, salvo que el médico tratante del hospital penitenciario o el del centro asistencial decidieran retirar las esposas. Ninguno lo solicitó.

Juan Montupin continuó tal como estaba: engrillado. Cada vez que Jennifer acudía a verlo untaba los labios de su padre con agua. El sábado 15 de marzo llegó en la noche al hospital y lo encontró muy mal. Recuerda que le costaba respirar. Jennifer se fue poco antes de la medianoche y al rato recibió una llamada de uno de sus tíos. El corazón de Juan Montupin dejó de latir a las 0:48 horas. Recién ahí le sacaron las esposas. Causa de muerte: Paro cardiorespiratorio, neumonía grave, VIH-inmuno depresión.

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Una escalera del cerro cordillera. Verano del año 2003.

-Él es tu papá- le dijo un pastor evangélico a Jennifer, cuando la niña llegó a devolverle una biblia que había olvidado en su casa.

Juan Montupin, parado al lado del pastor, esbozó una sonrisa inquieta y ella, algo confundida, sólo atinó a abrazarlo. Luego arrancó escaleras abajo. Tenía 13 años. Jennifer no le contó nada a su madre. Siempre había escuchado, de parte de una tía, que la “Giovanna” tenía algo que contarle. Un secreto. El misterio repentinamente se aclaró y Montupin comenzó a buscarla. A veces se encontraban en la calle. Ella salía a comprar y lo veía. Ambos se acercaban pero no hablaban más de 15 minutos. Otras veces la iba a dejar al colegio, fumaban un par de cigarrillos y él desaparecía del mapa nuevamente. Encuentros esporádicos, más bien casuales, que en ocasiones no volvían a repetirse en años. La mayoría de las veces las reuniones dejaban más dudas que certezas en Jennifer. Con el tiempo se empezaron a escribir cartas.

Juan Montupin ingresó al programa de VIH-Sida del Hospital Van Buren el 24 de marzo del año 99, después de 4 años de enterarse que padecía la enfermedad. Para entonces se declaraba cesante y adicto a la pasta base. Entre los antecedentes de su ficha médica destacaba un TEC grave en la cabeza, ocurrido cuando tenía 11 años, tras caer de una altura de 20 metros que le dejaría diversos episodios de epilepsia.

- Iba en bicicleta, venía un camión atrás, y se cayó al vacío a un costado de una casa en el Cerro Las Cañas. Era un muro grandote, cayó en la arena, y encima la bicicleta y el niño que traía atrás. Quedó quebrado entero. Incluso salió en los diarios- recuerda su hermana, Yesenia Varas Carvajal.

Desde entonces, cuentan en su familia, la vida de Juan Montupin tuvo un giro drástico. Su madre tuvo que enseñarle a caminar y comer nuevamente. “Ella nunca nos dijo que tenía un retraso, pero nosotros lo notábamos porque como que se quedó pegado, no se preocupaba de comer o hacer sus deberes, no maduraba, le daba lo mismo, era como un pajarito”, cuenta Yesenia.

Montupin no alcanzó a terminar la enseñanza básica en la escuela 271, del sector de Pacífico, en Playa Ancha, cuando comenzó a desaparecer de su casa por varios días. Tenía 14 años y regresaba hecho un desastre. “Llegaba todo piojento, mi mamá lo vestía, lo lavaba, estaba un tiempo y después de nuevo se iba a la calle. Le preguntaba qué quería hacer de su vida y él respondía “no sé”, recuerda Yesenia.

Montupin intentó continuar sus estudios en una escuela nocturna del Cerro Barón pero, tan pronto pudo, la abandonó. En el mismo cerro conoció, años más tarde, a Giovanna Torreblanca. Él tenía 18 años y ella 14. Escuchaban juntos canciones de Bon Jovi.

“Me gustó como era, su ternura, era risueño, le gustaba echar la talla, siempre fue cabro chico”. Tras dos años de pololeo nació Jennifer. Montupin no pudo reconocerla porque había extraviado el carné de identidad. La pareja se casó y se fue a vivir a la casa de los papás de Juan. Giovanna no se acostumbró. Cuenta que la situación económica era mala y que cocinaban en una cocina a parafina. No tenía las comodidades de su casa y Juan ni siquiera se empeñaba en buscar trabajo. Al principio no le tomó mucho asunto, se sentía enamorada, dice, pero al cabo de un año comenzó a tomarle el peso a las circunstancias. No tenían ni para leche ni pañales. Montupin, además, había comenzado una relación paralela con otra mujer. Sandra.

A mediados del año 90 Giovanna cayó al hospital por una peritonitis y su madre se hizo cargo de Jennifer. Cuando se recuperó llegó a la casa de sus padres. Nunca más volvió donde Montupin.

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***

0:40 horas. 15 de septiembre 2013. Calle Uruguay.

Juan Montupin es detenido infraganti cuando asaltaba a un anciano de 82 años en las inmediaciones del mercado Cardonal. Llevaba un gollete en la mano y amenazaba con quitarle el banano. El anciano quedó con algunos cortes en el cuerpo. Horas más tarde Montupin fue formalizado por robo con violencia.

Antecedentes a la fecha de la detención: Amenazas contra Aurora Rodríguez (2005), consumo de marihuana (2008) y lesiones menos graves por violencia intrafamiliar en contra de Aurora Rodríguez (2011).

Montupin estaba a punto de cumplir 43 años y vivía en la calle. Su última pareja, Aurora Rodríguez, había muerto hacía tres meses. También tenía VIH. Ambos vivían en un departamento en Porvenir Bajo y se conocieron deambulando por las calles de Valparaíso.

-Ella era mayor, tenía su familia, pero se enamoraron y nunca más se separaron. Era como un amor enfermizo, peleaban y después volvían de nuevo, era una relación como de cabros chicos- recuerda Yesenia.

La muerte de Aurora, sumado al deceso de su madre en el año 98, precipitó la caída de Montupin. “Ahí como que él no se levantó más, como que ya no quiso vivir, se echó a morir. No sabía para dónde iba la micro, se le olvidaban las cosas”, agrega Yesenia.

En ese entonces, un par de meses antes de ingresar a la cárcel, fue a visitar a Jennifer. Llevaba el pantalón amarrado con un cordel, varias chalecas encima, y una chaqueta que le quedaba gigante. Se apoyaba en un bastón. “Era como ver a un ancianito”, recuerda Jennifer. Una imagen que contrastaba con las veces que acudía bien perfumado a ver a sus nietos y le dejaba cartas a Jennifer. Ella hacía lo mismo. Era la fórmula que habían encontrado para conocerse.

En una de las cartas, escrita el 16 de octubre del año 2012, Montupin le advierte a su hija: “Mi niña solo te puedo dar mi amor y mi cariño espero que no te importe pero soy pobre y solo te puedo dar amor”.

-Yo no podía pedirle nada a cambio, lo único que quería era que nos conociéramos- reflexiona ahora Jennifer.

A través de las cartas se enteró que tenía dos hermanas y que habían sido entregadas en adopción. Fue durante el período oscuro de Juan, cuando comenzó a vivir con Sandra, la misma mujer con la que engañó a Giovanna. Fue en ese tiempo que contrajo el VIH. “Tú sabes que estuve en el infierno y Dios me dio otra oportunidad”, le escribió en otra ocasión a su hija, intentando expresarle sus padecimientos con la enfermedad. Estar con ella y disfrutar a sus nietos era una manera de dejar atrás el pasado. “Solo le pido a Dios poder vivir artos años y verte casada, con tu cacita propia y mis nietos pololiando y que tu mi niña seas muy feliz”, le escribió otra vez.

Cuando se iba de la casa de Jennifer su amargura era total. En una de las cartas dice:
“Me bengo pensando en ustedes en el camino
yo aca en casa me ciento solo,
pienso en ustedes,
los estraño mucho”.

***

Tan encorvado estaba Montupin que ni siquiera podía recibir en la cara el agua de la ducha. Cuando lo jabonaban le sangraban las heridas de la espalda y apenas podía caminar. Millaray lo bañó varias veces en el hospital penitenciario. Para ella no era problema trabajar con él. Tenía una hija discapacitada que no podía caminar ni hablar. “Yo sé lo que se vive”, dice. Por eso le cuesta tanto armarse de valor para relatar lo que vio cuando llegó a hacer la práctica de paramédico en enero de este año. Montupin llevaba tres meses en prisión.

-Es un animal. Míralo, come como un animal- escuchó Millaray de boca de un paramédico en uno de sus primeros días de trabajo en el Hospital Penal.

La estudiante asomó la cabeza a la ventanilla y vio como Montupin se alimentaba con la mano. Nadie quería entrar a la pieza porque adentro estaba hediondo. Otras veces lo vio comerse una pasta de dientes y las pelusas de la frazada. “Si le daban dos panes al desayuno, guardaba uno porque sabía que le iba a dar hambre. Le daban un remedio que le daba mucha sed y no lo dejaban tomar agua para no cambiarle los pañales”.

-Tú eres la única que a mí me trata bien. Todo el mundo me trata como si no fuera una persona- le dijo Montupin una vez.

Sin la intervención de una abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Laura Matus, probablemente Montupin hubiera muerto mucho antes. El 3 de octubre del año pasado Matus visitó el módulo 112 del Complejo Penitenciario de Valparaíso, constatando que se trataba de “un interno con VIH y un problema psiquiátrico sin tratamiento”. Además, “estaba sin control de esfínteres, tenía dificultad para movilizarse y dolor de riñones”, detallaba el informe. La abogada solicitó a gendarmería su traslado al hospital Penal. Al otro día, luego de insistir directamente con el Director Regional, Carlos Muñoz, al comprobar que no se había efectuado el traslado, la institución aceptó derivarlo al centro de salud intrapenitenciario.

Historia clínica: 9/4/2012. “Paciente es traído al SAMU tras ser encontrado por un vecino comprometido de conciencia en su hogar, refiere cuadro de cefalea durante una semana… desorientado temporalmente. Diagnóstico: Meningitis bacteriana aguda por neumococo y abandono de tratamiento Antiretroviral (TARV) hace 3 años”.

Antes de ingresar a la cárcel era evidente que Montupin ya estaba mal. Al margen de la Meningitis su cuerpo ya había resistido una neumonía y una tuberculosis. Todas enfermedades quizá evitables si hubiera acudido a los controles y recibido los medicamentos contra el VIH. No lo hizo. Estando en prisión, paradójicamente, era más fácil retomar la terapia. Ésta, sin embargo, no le fue administrada. Las razones según Luis Lazaeta, enfermero matrón, jefe del área salud del complejo penitenciario fueron que “sus parámetros de laboratorio estaban adecuados”. “Tenía controles en infectología, tratamientos colaterales como paliativos por su neumonía, por todas las patologías que tenía, pero no tenía indicación de terapia antiretroviral”, agrega.

La resolución contrasta con las evidencias de la ficha médica de Montupin en el hospital Van Buren. “Suspendió triterapia hace años”, se lee subrayado en una de las tantas observaciones, el 23 de agosto del año pasado. Además, su último examen de recuento linfocitario, CD4, indica que tenía un indicador de 119, es decir, dentro del estándar normativo internacional que se establece para dar inicio a las terapias en los enfermos.

-Esto indica que tenía que retomar el tratamiento antirretroviral. Cualquier persona que tenga menos de 300 en el examen de CD4 debe hacerlo. Más aún cuando se trata de un paciente con enfermedades anteriores como tuberculosis o meningitis. Al no hacerlo Gendarmería lo condenó a muerte- explica Vasili Deliyanis, vocero de la Corporación Chilena de Prevención del Sida.
Luis Lazaeta, jefe del área de salud del complejo penitenciario de Valparaíso, al ser consultado sobre por qué no se retomó el tratamiento una vez que Montupin ingresó a prisión, respondió que el inmunólogo tratante del Hospital Van Buren “decidió no reinstalar la terapia retroviral”. Ninguna autoridad del recinto asistencial quiso conversar con The Clinic.

La comisión Interamericana de Derechos humanos es enfática en señalar que “es obligación de los Estados garantizar el acceso a la atención médica adecuada a las personas privadas de libertad”. La guía de tratamiento antirretroviral de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra 2010) no hace distinción siquiera entre pacientes presos o en libertad. “En las prisiones, el tratamiento de VIH, incluido el tratamiento antirretroviral, la atención y el apoyo, deben ser equivalentes al que tienen a disposición las personas que viven con VIH en la comunidad y deben estar en consonancia con las directrices nacionales”, dice en uno de sus capítulos. Ninguna de estas recomendaciones internacionales fueron consideradas el caso de Juan Montupin.

***

Cuando uno de los doctores de Gendarmería visitó el módulo 112, los propios internos le dijeron que Montupin “hablaba tonteras”. Su cabeza no andaba bien y lo derivaron a un psiquiatra. El doctor Julio Michelotti le diagnosticó “un trastorno mental no especificado”, la última patología de la lista de clasificación internacional de enfermedades mentales de la OMS, la F99. Le recetó, además, risperidona, carbamazepina y fenitoína. Un tratamiento ambulatorio que mantuvo cuando fue trasladado al hospital penal. El mismo lugar donde Millaray hacía su práctica laboral.

-¿Qué es ese olor?, preguntó en un pasillo durante su estadía.
-Na, poh, es el Montupin- le respondió uno de los paramédicos.

La practicante recuerda que se asomó por la ventana y vio a Montupin rodeado de excremento y orina. Las sábanas totalmente mojadas. Millaray habló con uno de los paramédicos y le preguntó que se hacía en estos casos.

-No te preocupes, es normal, con él no se trabaja- le habría dicho el mismo funcionario.
Lo último que vio ese día, recuerda, fue que le “pasaron algo para que él mismo (Montupin) limpiara el suelo y su cama”. Eso no fue todo. Millaray asegura que observó cuando una enfermera le pegaba “palmazos”. “Se los daba en la cara, la espalda, el poto. Le decía que se portara bien, que se dejara de molestar y no gritara más. Todos los días llegaba atacada a mi casa”, asegura.

El jefe de la unidad de salud del recinto, Luis Lazaeta, niega rotundamente la versión entregada por la aspirante a paramédico. “Si ella lo observó, estoy de acuerdo con que lo denuncie, me imagino que tiene los canales para hacerlo, pero yo no puedo acreditar nada, porque yo vi todo lo contrario”. Lazaeta asegura que el personal fue solidario, que le consiguieron ropa y gestionaron con los evangélicos compra de pañales.

“Lo vestíamos, bañábamos, lo dejábamos pirulito para ir al tribunal donde le correspondiera y pum, se faldeaba”, agrega Lazaeta. Las diarreas, asegura el facultativo, tampoco tenían un origen claro. “No sabíamos si era por un manejo psiquiátrico antisistema o realmente digestiva. No te cuento la cantidad de pañales que usamos”, agrega.

Millaray aún no olvida su estada en el hospital penal. Dice que fue una experiencia “chocante” considerando que recién estaba empezando su carrera. “Quizá ellos estaban acostumbrados porque llevaban no sé cuánto tiempo con él, pero por mucha costumbre que tengan, si a ti te pagan por hacer eso, no te cuesta nada. A mí no me pagaban ni uno y lo hacía, entonces, no sé qué moral tienen los paramédicos de ahí”, reflexiona.

La Asamblea General de Naciones Unidas hace referencia a la ética aplicable respecto a la protección de las personas presas, señalando que “constituye una violación patente la participación activa o pasiva del personal de salud en actos que constituyan participación o complicidad en torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, incitación a ello o intento de cometerlos”.

El 27 de febrero de este año, sin embargo, el destino de Montupin pudo haber cambiado. La magistrado Nora Bahamondes, en una audiencia de cautela de garantías, le revocó la prisión preventiva por internación en el hospital psiquiátrico del Salvador por “razones humanitarias, atendiendo a la salud del imputado”.

La medida, para desgracia de Montupin, no se pudo concretar. El recinto psiquiátrico no tenía cupo para recibirlo. Su salud comenzó a empeorar y el 7 de Marzo fue derivado, con compromiso de conciencia, al hospital Carlos Van Buren. Allí permaneció esposado durante nueve días.
Ficha Médica 15/03/2014: Cuadro de insuficiencia respiratoria. Neumonía. Insuficiencia renal aguda. Estado Grave.

***

El gendarme solicitó formalmente ir a buscar a Juan Montupin a su celda para trasladarlo a la visita. Aún permanecía en el módulo 112, cojeaba y había perdido parte de la visión en uno de sus ojos. “Se me caían las lágrimas cuando lo ví”, dice. El funcionario en cuestión era nada menos que el hermano del reo: René Montupin.

“No lo veía hace como 3 años, fue súper fuerte”, recuerda. Desde entonces comenzó a visitarlo frecuentemente. Los presos se dieron cuenta y comenzaron a desquitarse con Juan. Fue poco antes de que la abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos solicitara el traslado de Montupin. René continuó visitándolo en el Hospital Penal. La salud de Juan empeoraba cada día. “La última vez ni siquiera me reconoció, estaba súper mal”, cuenta René.

Los días de visita el funcionario aprovechaba de conversar con su tía Eugenia, la misma que solicitó a Gendarmería que le quitaran las esposas a Montupin. La mujer le imploró que hiciera algo para ayudar a su hermano. “No tenía las facultades para hacerlo, estaba atado de manos, algunos familiares se me echaron encima. Me las tuve que comer solito no más”, relata.

René estaba en una encrucijada. Al comienzo, reconoce, no sabía si tirar para el lado de su hermano o de la institución. La sangre o el trabajo. Con el correr del tiempo se le fueron aclarando sus sentimientos. Sobre todo luego de ver engrillado a su hermano. A René le había tocado custodiar a prisioneros en los hospitales y en sus nueve años de carrera vio fallecer a cuatro esposados a una cama. Un verdadero trauma que ha compartido con otros funcionarios de la institución. “Todos quedan choqueados. Yo mismo, respondiendo a mi propia ética, les colocaba una almohadilla para que la grilleta no hiciera juego y los lastimara”. Una vez, recuerda René, tuvo que esperar cuatro horas para quitarle las esposas a un reo luego de fallecer, debido a la tardanza en la entrega del certificado de defunción por parte del oficial de guardia. Mientras, tuvo que aguantar los insultos de la familia del fallecido. “Me decían paco culiao que estai haciendo acá si ya se murió”, recuerda.

René dice que no ha recibido ayuda psicológica de parte de la institución y que lo único que pudo hacer por su hermano fue conseguir que lo custodiara una sola persona vestida de civil.
Hace un mes se reunió con el Director Regional de la institución. Le dijo que los responsables de la muerte de su hermano eran los funcionarios del hospital penal por no administrarle los medicamentos y le explicó lo que pensaba respecto al uso de esposas en enfermos terminales. “Tendrían que haber tenido un poco más de criterio”, soltó.

***

El caso de Juan Montupin hoy está siendo investigado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos. El organismo solicitó a Gendarmería, el 22 de abril de 2014, a través del oficio N°087, información sobre el tratamiento médico al que fue sometido Juan Montupin y los protocolos de Gendarmería en caso que una persona se encuentre en estado de agonía. En ninguno de los dos casos las respuestas fueron satisfactorias. El INDH volvió a oficiar a Gendarmería para que respondiera sin rodeos.

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-No quedamos conformes. Gendarmería nos respondió señalando que el preso había tenido todos los cuidados de parte de la institución. Versión que no coincide con la visita de nuestra abogada que calificó lo que observó, claramente, como un trato cruel e inhumano – detalla Rodrigo Bustos, Jefe de la Unidad Jurídica del INDH.

Hasta la fecha han entregado su testimonio al organismo Yesenia, la hermana de Montupin; su hija Jennifer, su tía Eugenia y Millaray, la practicante de paramédico. El INDH, mientras espera la respuesta de Gendarmería, evalúa oficiar al Ministerio Público para que compruebe si existen hechos constitutivos de delitos o responsabilidades administrativas por falta de atención médica.

Gendarmería tampoco alcanzó a responder a nuestra solicitud para saber cuántos reos mueren cada año en hospitales públicos. La cifra podría dar luces respecto a otros casos similares al de Juan Montupin, como el del reo Marcos Galdames que también falleció engrillado a una cama del hospital Regional de Valdivia la madrugada del 29 de mayo del año 2010. Al igual que en el caso del Montupin, el ruego de sus familiares no fue escuchado. Galdames tenía un cáncer linfático terminal y pese a que la defensa solicitó levantar la prisión preventiva por su condición de salud, ésta fue denegada por el juez. La madre del reo sólo atinó a decir en la prensa que su hijo había muerto de manera indigna. (Ver recuadro).

El Colegio Médico, al ser consultado sobre el caso de Juan Montupin, declaró que “era inconcebible que haya muerto en esas condiciones”. “Nuestro código de ética expresa que todo paciente tiene derecho a una muerte digna y eso no se condice, obviamente, con lo que sucedió. Existan los protocolos que existan, los médicos tienen que tomar una resolución de acuerdo a la ética propia del Colegio Médico. Cuando hay dudas de por medio los especialistas deben acudir a los comité de ética locales de los hospitales o acudir al tribunal de ética del organismo para pedir una opinión”, señala Enrique Paris, Presidente del ente colegiado.
Desde el año 2012 funciona en Gendarmería una unidad de Derechos Humanos que, a partir de mayo de este año, trabaja en elaborar nuevas propuestas para la institución. El caso de Juan Montupin está siendo analizado en el marco de lo que denominan “establecimiento de procedimientos diferenciados”. “La idea es aplicarlo en poblaciones vulnerables, como en los casos de salud en pacientes agónicos. El objetivo es modificar el protocolo, en el fondo humanizarlo”, afirma Jonathan Ulloa, sociólogo a cargo del departamento.

Ulloa asegura que el protocolo debe ser trabajado con personal del ministerio de Salud y el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, plantea estar disponible para modificarlo. “Me ofrezco como interlocutor”, concluye.

La hermana de Juan Montupin, Yesenia, en representación de su familia, entabló una denuncia en la Fiscalía de Valparaíso en abril de este año intentando esclarecer la real causa de muerte de su hermano.

Juan Montupin ya no está entre nosotros.

Columna: Cadenas

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gendarmería

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Indignación por la insensibilidad. Frustración por la obstinación. La historia de Juan Montupin genera esos sentimientos y más.

¿Qué otra cosa podríamos decir si nos enteramos que una persona moribunda, se apaga día a día encadenado a una cama hasta dejar de existir? Preso por haber cometido un robo con intimidación y enfermo de VIH, su vida se fue desdibujando en la triste cadencia del olvido, la desatención y el menosprecio.

Juan Montupin cumplía doble condena: una por el crimen y otra por su enfermedad. Si la atención de salud en el país es deplorable en el sistema público (e inabordable en el privado), en las cárceles es execrable. Sin acceso a medicamentos apropiados, viviendo en condiciones inadecuadas, la evolución de su afección no podía ser sino un progresivo deterioro. Y así, considerando la enfermedad que padecía, sida, y el estado de avance de la misma, fue necesario el traslado de Juan a un hospital que pudiera entregar la especialización que aquello ameritaba. Pasó allí casi una decena de días atado a una pata de su cama, inconsciente en muchas ocasiones, inofensivo, desahuciado y sin fuerzas ni siquiera para ir al baño. ¿Qué peligro se estaba resguardando?

Le robamos a Juan su vida y su libertad. La indignidad de su muerte debiera dolernos, pero la observamos algo perplejos quizás, pero en silencio, sin alzar la voz del horror de la inhumanidad. La justificación a esta atrocidad es el amparo y protección del personal del hospital y los demás pacientes que allí se atienden, de la ciudadanía en general incluso, evitando una -imposible y absurda en este caso- fuga. Las reglas de seguridad tienen sentido, siempre y cuando exista necesidad desde el riesgo. Todo lo demás es excesivo y primitivo. ¿Qué clase de inmovilismo es el que nos impide reaccionar humanitariamente frente al dolor y la miseria? Prometeo encadenado ante nuestros ojos no nos rebela.

Los médicos del hospital se escudan en las normas de seguridad de Gendarmería para aceptar esta brutalidad y estos en la falta de decisión de los médicos que pudiendo solicitar la liberación de los grilletes, no lo hacen. Y mientras, un hombre agónico pasa sus últimas horas sufriendo porque la burocracia no se apiada de él.

Sus ataduras eran sus tubos de oxígeno, sus custodios eran sus sondas y catéteres. ¿Qué necesidad había de agregar grilletes a sus padecimientos?

Los derechos humanos no son prioridad en el ámbito de lo penitenciario. Las condiciones de las cárceles en Chile son una pesadilla: hacinamiento, violencia, insalubridad, abusos, estigmatización y un largo etcétera son su descripción más exacta. La obligación de la Administración Penitenciaria es velar por la vida, integridad y salud de los internos, permitiendo el ejercicio de sus derechos, lo que no es compatible con un trato infame e inhumano. Administrar el castigo no puede ser igual a anular los derechos de los penados. Una legislación antediluviana y que olvida los derechos elementales del ser humano, es la huella de una deuda urgente de nuestra sociedad con las personas que castigamos por sus delitos.

Paradojas de la indignidad que hacen de la muerte el camino de la libertad.

*Abogada. Ex Defensora Nacional. @PaulaVialR

Vigilar y Castigar

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juan montupin

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No es infrecuente ver en los pasillos del hospital a uniformados custodiando un reo hospitalizado. ¿Quién está a cargo de ese enfermo? ¿Es un prisionero-paciente? ¿Un paciente-prisionero? Públicamente verlo morir de enfermedad, no por accidente ni homicidio, anclado a su lecho con pierna engrillada cuando enfermo, moribundo y muerto, en cumplimiento de una norma exigida: que el reo internado (doble internado, en prisión y hospital) esté vigilado y esposado o engrillado, por el riesgo de fuga. ¿De un moribundo? A menos que los médicos decidan soltar el grillete, cosa que omitieron en el caso de Juan Montupin.

La ética médica subordinada a medidas de seguridad, ¿aquí o siempre? ¿Cuándo el médico es conminado por orden “superior” a nutrir artificialmente al huelguista de hambre demasiado debilitado para resistirse? El médico que participa en torturas ¿está violando su ética profesional o sólo aceptando “razones de Estado”?

Sabios filósofos y politólogos han desarrollado el cuento de la “guerra santa”, sujeta a justificación –jus ad bellum- y a responder por los métodos de destrucción que utiliza –jus in bello-. Y en ese cuento ideológico aparecen defensas de torturas para evitar supuestos males mayores, sevicias a terroristas que, por ser tales, y cito, han “renunciado a su propio estatus moral como ser humano… el médico puede cumplir uno o más roles centrales en facilitar la interrogación con tortura” (Gross, ML. (2006). Bioethics and Armed Conflict. Cambridge/London, The MIT Press)

La Asociación Médica Mundial declara que la ética médica en tiempos de conflicto armado es idéntica a la ética médica en tiempos de paz. Pero no, enseñan algunas inteligencias preclaras, y nuevamente cito: “Los dilemas bioéticos emergen cuando entran en conflicto principios morales fundamentales durante una guerra; los principios bioéticos no solo deben competir entre sí, sino también con dominantes principios de necesidades militares y razones de Estado que animan todo tema de ética militar”.

Un paciente engrillado en el hospital con anuencia o indiferencia médica es una situación brutal, igual de espantosa que la medicina que osa negar derechos fundamentales en nombre de doctrinas que se erigen en rectoras de la existencia humana. Tortura, alimentación forzada, caducidad de la autonomía de sanos y enfermos para decidir sobre su propio cuerpo, son crasas instancias de transgresión, no tanto de los códigos de ética médica que se ampara detrás de lo legal aunque sea ilegítimo, sino de la bioética que aboga por proteger al desamparado, recuperar la dignidad del caído, argumentar contra el biopoder que hace vivir dejando morir. Vigilar al castigado, castigar al vigilado.

El castigo, penosamente demostrado por M. Foucault en “Vigilar y castigar”, no es la mera privación de libertad, además se empecina en agregar un “suplemento punitivo que concierne realmente al cuerpo mismo”, engrillando al reo-paciente para que no se fugue aún cuando no podría hacerlo. El grillete, más que un método de contención física, es una mostración social de que no trepidamos en rebajar y humillar al ladrón que violó el sacrosanto derecho patrimonial, a quien es necesario castigar en exceso mostrando la efectividad de la vigilancia social.

Si efectivamente los poderes autoritarios pueden destituir derechos humanos en defensa de otros derechos, maltratar porque el orden social así lo requiere, abusar de la potestad de establecer éticas de excepción, entonces discurso ético y deliberación bioética naufragan, una vez más.

Insistir, no obstante, en denunciar la erosión de los fundamentos éticos de la convivencia social, significa condenar que en un hospital prime el uniforme autoritario sobre el delantal que, si se propone seguir siendo blanco, deberá quien lo viste, honrar sus mandatos éticos y bioéticos por sobre las arbitrariedades del poder. Es inexcusable que los médicos deban solicitar autorización para conservar la decencia y dignidad de las personas enfermas a su cargo. Inexcusable, también, si debiendo hacerlo no lo hagan.

*Médico y académico. Director de la Unidad de Bioética de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Autor del libro “El Pa(de)ciente”

Cartas de Montupin a su hija

Las últimas palabras de Montupin a su hija Jennifer

El video que registra las horas de Juan Montupin en el hospital

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Juan Montupin, preso con VIH, murió en marzo de este año, engrillado en una cama del hospital Van Buren. Su familia solicitó a Gendarmería retirar las medidas de seguridad en su contra debido a su estado de agonía. La respuesta siempre fue "No". Acá el video de sus últimos días en el recinto asistencial.

La lucha de una madre por una muerte digna

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Marco Galdámes, poco antes de morir, estaba en los huesos. Pesaba 40 kilos y apenas tenía 27 años. No tenía fuerzas y se alimentaba a través de una sonda. Ni siquiera podía orinar. Cuando lo intentaba, solo botaba sangre. “Le tuvieron que poner una chata para que hiciera pichi. Los gendarmes se burlaban y reían en su cara por su estado”, recuerda su madre, Gloria Moneny.

Su hijo agonizaba conectado a una máquina. Tenía un cáncer linfático y testicular, ramificado en todo el cuerpo, que le habían diagnosticado sólo tres días antes de morir. La situación de Marco era la peor. Tenía escasas – por no decir nulas- posibilidades de sobrevivir.

De hecho, los médicos estaban esperando su muerte. Pero para Gendarmería, Marco Galdámes representaba un peligro. Ella reconoce que su hijo no era una blanca paloma, pero en sus condiciones, no era peligro para nadie. Parecía, más bien, “un estropajo”, cuenta su madre. Contrariando al médico tratante y al abogado de la familia, Gendarmería lo engrilló a una camilla. Temían que Galdámes, que estaba imputado por robo con secuestro a un taxista, se les escapara o- peor aún- que los atacara. Pero nada de eso ocurrió. Eso terminó por indignar a Gloria. Y comenzó una solitaria lucha para darle una muerte digna a su retoño: “Yo me sentía devastada y no sé de dónde saqué fuerzas de mi interior para luchar por mi hijo”.

Tanto Gloria, como el abogado defensor, Héctor Benavides, se movieron para que a Marco le dieran una muerte digna. Ella pedía que a su hijo le quitaran las esposas. “Lo único que quería era que muriera en mis brazos”, se lamenta. El defensor penal se movió rápidamente para pedirle al tribunal que levantara la prisión preventiva contra Marco Galdáme por no representar un peligro para la sociedad. Pero el juez dictaminó todo lo contrario: “Yo no podía entender la decisión del juez Jorge Rivas. Mi hijo estaba mal. Estaba esperando la muerte y nada más. Lo último que habría hecho en su vida, habría sido escapar.

El juez se excusó en que eran protocolos y que había que respetarlos. Pero, yo me pregunto, ¿dónde queda el sentido común?”, reflexiona. Y agrega: “No es lo mismo un preso con un disparo en la pierna, que se puede escapar, que otro que está a punto de morir”.

Gloria no se dio por vencida. Aprovechó una visita de Sebastian Piñera, en ese entonces presidente, y se coló en una reunión con seremis. Y le suplicó ayuda. “Le lloré que por compasión le sacaran las esposas a mi hijo, pero Piñera me miró como bicho raro y no me pescó. Mientras te digo esto, me da una pena muy grande. No porque haya estado preso merecía morir engrillado… Al final, un seremi salió al paso y me dijo: señora Gloria no se preocupe, yo le solucionaré el problema. Pero nada”.

Las horas pasaron y el estado de salud de Marco, se deterioró. Ya no había mucho que hacer. “Mi hijo me pidió perdón por todo lo que había hecho y me pidió la visita de un cura para que le diera la extremaunción”. El religioso brilló por su ausencia. Marco Galdámes murió engrillado y sin recibir el último sacramento.

LA AGONÍA

Gloria Moneny llevaba tres días en huelga de hambre, apoyando a su hijo Ángel que estaba preso, cuando se enteró que su otro hijo, Marco Galdámes -también detenido en la misma unidad- estaba gravemente enfermo. No lo sospechó dos veces y se agarró la cabeza con las manos: “Sabía que era el cáncer que le había vuelto, pero ahora con más ganas”, dice. Marco, a los doce años, se enfermó de cáncer linfático, pero logró vencerlo tras un extenso tratamiento. Ahora, la situación era distinta: Marco nunca se había preocupado de su salud y estaba preso, lo que a juicio de Gloria agravó su enfermedad. “La comida que dan a los presos no tiene vitaminas, es de mala calidad, no hay una dieta para enfermos”, denuncia Gloria.

Apenas pudo, Gloria visitó a su hijo que estaba internado en el Hospital de Gendarmería. Sus compañeros de celda lo habían llevado en brazos, porque Marco no podía caminar, para que lo atendieran urgentemente. El único remedio que recetaron en el recinto, fue un par de dipironas para dolores y nada más. “Cuando lo vi, quedé impactada. Se veía mal. Tenía su cuello hinchado como una pelota. El médico nunca me dio la cara. Se limitó a darle dipironas y nada más. Yo pienso que deben haber pensado que mi hijo estaba haciendo show”, recuerda.

Gloria se las arregló para hablar con el encargado del hospital de Gendarmería. Le relató el historial médico de su hijo, pero no la pescaron. El estado de su hijo empeoraba y nadie la escuchaba. “A los médicos los tenía chatos, los seguía para todos lados y optaron por esconderse de mí”, cuenta.

Gloria se movilizó para que trasladaran a su hijo al Hospital Regional de Valdivia. Pero como no había ninguna orden médica, Gendarmería poco podía hacer. Nadie quería hacerse cargo. Todos se tiraban la pelota de un lado a otro. Al final, después de tanto insistir, logró que su hijo lo llevaran al hospital. “Mi hijo gritaba de dolor. Sus huesos se le estaban deshaciendo. Lo único que quería era una silla de ruedas para mi hijo. Al final, a mi hijo se lo llevaron caminando esposado. Me las arreglé y lo tomé en brazos, pero igual lo hicieron caminar”, relata.

Una vez en el hospital, un médico le hizo exámenes y confirmaron tardíamente cáncer terminal. Muy poco se podía hacer. “La cárcel no es lugar para morir dignamente. No hay protocolos para atender a los enfermos. Se ha muerto gente de cáncer, pulmonía, bronconeumonía y tuberculosis, sin tratamiento médico. A todos les dan pastillitas para los dolores. Si yo no hueveo, mi hijo se muere sin que me avisaran. Sé de una señora con cáncer que murió en una colchoneta húmeda y de un preso que murió de cáncer estomacal. Ninguno recibió tratamiento.

La mayoría de las personas que mueren en la cárcel, lo hacen solos y sin la ayuda de nadie. Para el sistema es uno menos. Les da lo mismo. El sistema es cruel y castiga a la familia. Se supone que deberían respetar los DDHH de los presos, pero este Chile es una mugre. Para el sistema, los reos son una escoria”.

Luego de la muerte de su hijo, Gloria pensó en demandar al Estado por dejar que su hijo muriera engrillado. Pero, como no tenía plata, se olvidó de esa idea y cayó en una depresión que la mantuvo en cama durante dos años. Solo se levantó por su hijo Ángel, el gemelo de Marco, que también cayó a la cárcel condenado por robo. Hace dos años, preside la ONG “Vientos de Libertad”, que pasará a llamarse “Marco en Libertad”, que aboga por los derechos de los presos en Valdivia. “Yo les pedí a mis compañeros que le pusiéramos el nombre de mi hijo para que nunca se olviden que este sistema fue cruel e inhumano con él”.

Su intención es buscar que los jóvenes se rehabiliten y no vuelvan a delinquir. Para eso, está buscando financiamiento para implementar talleres laborales al interior de la cárcel. “Este sistema carcelario no está hecho para rehabilitar ni cuidar a los internos. Mi hijo era imputado. Y se supone que ellos tenían que resguardar su vida. Y no lo hicieron. Yo no quiero que vuelvan a pasar cosas como esa”.


Las razones de por qué los gringos le entregan millones en ayuda militar a Israel

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Obama EFE

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Los US$225 millones que este lunes aprobó el presidente estadounidense Barack Obama para que Israel utilice en su escudo antimisiles resaltan la importancia de la ayuda militar que Washington entrega al que considera su aliado más cercano en Medio Oriente.

El nuevo paquete de asistencia, que fue autorizado el viernes por el Congreso sin mayor oposición, le permitirá al gobierno israelí reponer los misiles de su escudo “Domo de Hierro”, que ha jugado un papel fundamental en sus operaciones de defensa al interceptar parte de los cohetes lanzados por el grupo islamista Hamas.

Esta medida es apenas el más reciente ejemplo del apoyo económico estadounidense que ronda los US$3.000 millones al año -en su mayoría con fines militares- y que ha convertido a Israel en el mayor receptor de asistencia estadounidense acumulada desde la Segunda Guerra Mundial.

“No hay ningún país en el mundo que apoye más la seguridad de Israel que Estados Unidos, y esto se evidencia en la cantidad de dinero que le damos al Domo de Hierro”, dijo este lunes la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

El apoyo financiero y militar de Washington a Israel es un motivo de controversia en la capital estadounidense entre quienes lo consideran importante para la propia seguridad de Estados Unidos y quienes lo critican porque creen, por ejemplo, que facilita que haya daños colaterales.

La BBC le preguntó por esa crítica específica al secretario de Estado, John Kerry, quien reafirmó el apoyo de su país a Israel ante los ataques de Hamas, al que calificó de “grupo terrorista”.

“Estados Unidos respalda el derecho de Israel a defenderse”, dijo Kerry.

Fuerzas militares sofisticadas

Según un informe sobre el tema del Servicio de Investigaciones del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés), la asistencia militar estadounidense ha ayudado a convertir a las fuerzas armadas de Israel en una de las “más sofisticadas a nivel tecnológico del mundo”.

Esa colaboración incluye baterías de misiles, sistemas de radares y proyectos de defensa conjuntos, además de una de las joyas de la corona: el Domo de Hierro, que Washington ha ayudado a financiar con más de US$700 millones hasta abril de este año y que en la crisis actual ha demostrado una gran capacidad para evitar víctimas israelíes.

“Como alguien que estuvo en Israel durante la guerra en noviembre de 2012, el Domo de Hierro cambia las reglas de juego”, le dijo a BBC Mundo Neri Zilber, analista de TheWashington Institute for Near East Policy, un centro de estudios enfocado en la región.

“Tanto el conflicto de 2012 como el del último mes habrían sido fundamentalmente diferentes sin el escudo antimisiles”, agregó.

El objetivo estadounidense al darle esos recursos a Israel y apoyar especialmente el Domo es asegurarse de que ese país mantenga lo que se conoce como una “Ventaja Militar Cualitativa” (QME, por sus siglas en inglés), es decir, que pueda compensar su pequeñez geográfica y poblacional con mejores equipos y entrenamiento, según CRS.

En concreto, Estados Unidos se comprometió en 2007 a darle a Israel US$30.000 millones en ayuda militar durante la década comprendida entre los años fiscales de 2009 y 2018.

Este vínculo económico es una de las aristas de la relación bilateral, en la que Washington también apoya diplomáticamente a Israel y presiona para garantizar que ese país “no sea amenazado constantemente por el fuego de los misiles en el futuro”, como dijo el presidente Obama en una conferencia de prensa el viernes.

Dinero y privilegios

Israel, además, obtiene privilegios especiales en comparación con otros países receptores de ayuda estadounidense, explica CRS, una entidad que produce exclusivamente análisis políticos para el Congreso.

Por ejemplo, Washington le envía a Israel el total de su dinero en el primer mes del año fiscal a una cuenta en el Banco de la Reserva Federal que genera intereses, mientras otros países lo reciben en cuotas. Israel utiliza los intereses para reducir su deuda bilateral.

Por otro lado, Israel es el único país que puede utilizar el dinero estadounidense para comprarles productos o servicios a compañías de defensa de su propio país. La lógica para tal permiso es que le permite a Israel fortalecer su industria local y garantizar su ventaja competitiva.

“Los ingresos que las compañías de defensa israelíes reciben de compras con fondos estadounidenses le han permitido a la industria de defensa israelí desarrollar economías de escala y producir equipos altamente sofisticados para nichos del mercado”, escribe el autor del informe, Jeremy Sharp.

Estos privilegios, y en general la ayuda estadounidense, han generado opiniones encontradas entre los comentaristas políticos estadounidenses.

El conflicto entre Israel y Hamas ha dejado un alto número de víctimas civiles, en especial en Gaza.

Stephen Walt, un conocido profesor de la Universidad de Harvard y coautor de un libro sobre el lobby israelí en Estados Unidos, comentó por ejemplo el mes pasado que la política israelí de Estados Unidos es “inmoral” e “impotente” y se refirió específicamente a la ayuda militar que Washington entrega a su aliado.

“Como ha hecho en varias ocasiones anteriores, Israel está utilizando armas entregadas por los contribuyentes estadounidenses para bombardear a los palestinos cautivos y pobres de Gaza”, escribió en una columna en The Huffington Post.

“No hay ningún país en el mundo que apoye más la seguridad de Israel que Estados Unidos, y esto se evidencia en la cantidad de dinero que le damos a la Cúpula de Hierro.”

Sin embargo, comentaristas como Neri Zilber consideran que la asistencia económica de la Casa Blanca es obviamente importante para Israel, pero también beneficia a Washington.

Zilber habla de una “reciprocidad” en la relación militar y dice que el apoyo a los sistemas de defensa israelíes les brindan herramientas de investigación y desarrollo a las propias fuerzas militares estadounidenses.

El analista resume que, en últimas, darle la mano a Israel es un interés fundamental de Estados Unidos.

“Desde hace décadas, el gobierno de Estados Unidos ha indicado que la seguridad y el bienestar del estado de Israel son intereses de seguridad nacional primordiales tanto para el gobierno de Estados Unidos como para los estadounidenses”.

Organizaciones pro palestina llaman a marchar por el fin de las relaciones diplomáticas entre Chile e Israel

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Una decena de organizaciones pro palestina convocaron a una marcha para este sábado, para exigir el cese de las relaciones diplomáticas entre Chile e Israel, por la ofensiva militar que se desplegó durante el último mes en la franja de Gaza y que dejó a más de 400 niños muertos y 2.500 heridos.

A través de un comunicado, el Comité Chileno de Solidaridad con Palestina, Jóvenes por Palestina, Unadikum Chile y Palestina para Todos, anunciaron que marcharán este Sábado 9 de agosto, desde la 12:30 horas en Plaza Italia hasta La Moneda, en los que se ha denominado “La Gran Marcha por Palestina”.

Según Tarik Lama -Vocero de Jóvenes por Palestina- , aunque la decisión del Gobierno de llamar a consulta al embajador de Chile en Tel Aviv, Jorge Montero, va en la dirección correcta, Chile, en su calidad de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, debería tener una respuesta más enérgica ante las acciones militares de Israel sobre la Franja de Gaza.

La marcha ya ha concitado el apoyo transversal de diversas organizaciones, entre ellas ,la Confech, la Confederación de trabajadores mineros, Anef, Aces, la Organización de Federaciones de Educación Superior Privada, Cones, Jóvenes por Palestina, Unadikum Chile, Palestina por Todos, el Comité Chileno de Solidaridad con Palestina, el Movimiento por la Asamblea Constituyente, el Partido Igualdad, Siteco y UNE.

Mira el video donde actores, músicos y políticos llaman a participar de “La Gran Marcha por Palestina”:

Webeo: Fuerzas Especiales resuelve el “Caso Bombas”

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A tan sólo dos meses del estreno de la película chilena, "Fuerzas Especiales", protagonizada por Rodrigo Salinas y Sergio Freire, la producción del Film, lanzó un video en donde los cabos resuelven el polémico "Caso Bombas", mira el video acá.

Quién es el nieto que recuperó la fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo

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Nieto Carlotto FB
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Foto: Perfil de Facebook de Ignacio Hurban.

Ya hace un tiempo lo sospechaba, porque le decían que se parecía a los Carlotto. Y eso fue lo que lo llevó a presentarse ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad en Argentina para confirmar su verdadera identidad.

Fue una decisión instintiva, no un dato concreto, lo que llevó a Ignacio Hurban, de 36 años, a hacerse las pruebas de ADN hace menos de un mes.

Y este martes se confirmó que Hurban, músico, pianista, compositor, amante del jazz y del tango, es en realidad Guido Montoya Carlotto, nieto de la reconocida dirigente de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

“Soy el nieto de Estela de Carlotto”, le dijo simplemente a uno de sus amigos más íntimos, según le contó a la prensa argentina.

Hasta ahora Guido Carlotto pensaba que había nacido en 1978 en Olavarría, a unos 300 km al sudoeste de Buenos Aires, y así aparece en su página de internet: “Pianista, compositor y arreglador, nació en Olavarría en 1978″.

Pero en realidad nació el 26 de junio de 1978 en el centro clandestino de detención “La Cancha”, en la ciudad de La Plata. Su madre, Laura Carlotto, era militante montonera (la izquierda peronista), al igual que su padre, Oscar Montoya, según confirmaron los Carlotto este martes.

Según la familia, Guido fue robado de su madre a las pocas horas de que ésta diera a luz.

Su vida en un campo de Olavarría

Guido se crió en un paraje rural de Olavarría con sus padres adoptivos Juana y Clemente Hurban.

Como no tenía hermanos, pasó mucho tiempo solo y leía mucho. A los 12 años comenzó sus estudios formales de música, tras unas pocas lecciones de teclado en el pueblo donde creció, según cuenta en su página de internet.

“Es el intelectual de la barra (grupo de amigos). Nos recomienda libros, escribe muy bien. Es muy solidario, muy querido y nos ayuda cuando hay que escribir”, le contó otro de sus amigos a la prensa local argentina.

Como músico e intérprete de jazz es admirado por sus pares argentinos y tiene un alto perfil en Olavarría, donde se desempeña como director de la Escuela Municipal de Música de esa ciudad.

Pero su trabajo musical sobrepasa las fronteras e incluye presentaciones y proyectos con músicos del Reino Unido, Italia, entre otros.
El mismo Ignacio Hurban, o Guido Montoya Carlotto como hoy se le conoce, refleja su eclecticismo musical cuando señala en su página de Facebook: “géneros, Jazz, tango, folclore y todo lo que resulte de la combinación de ellos”.

Las huellas de lo que parece ser un prolija carrera musical incluye la canción “Para la memoria”, que en su letra dice: “si lapidando al poeta, se cree matar la memoria, que más le queda a esta tierra, que va perdiendo su historia”.

La pieza hace una clara alusión a la lucha por la recuperación de la memoria histórica argentina, uno de los ideales de las Abuelas de la Plaza de Mayo, aunque Hurban no era conocido como un gran abanderado de esta lucha.

Según dijeron sus amigos al diario argentino La Nación, no sospechaba nada cuando la escribió. “Sólo la escribió porque le interesaba el tema”.

“Muy conmovido”

Guido o Ignacio Hurban hasta ahora no ha hablado públicamente y en su página de Twitter y Facebook no hay referencia alguna a la noticia de su identidad recuperada.

“Está muy conmovido”, explicó su abuela en una conferencia de prensa este martes.

Pero en Facebook hay una gran cantidad de comentarios felicitándolo por ello.

“Gracias por tu determinación, por acercarte, por hacerte ese ADN. Emocionaste a 40 millones de Argentinos. Gracias!!”, comentó una de sus amigas en Facebook.

“Ignacio, ojala esta realidad sea lo que necesitabas en tu ser, me alegra la verdad y me alegra también la lucha de tu abuela”, expresó otro.

“Te mando un abrazo enorme en este momento de emoción y conmoción”, señala otra amiga. “Estamos todos emocionados”.

Alumnos de la U. del Mar admiten que ellos quemaron los pagarés y no el “Papas Fritas”

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Papas Fritas YT “Papas Fritas”. Imagen extraída de Youtube.

Los alumnos de la Universidad del Mar (UDM) reconocieron ser los responsables de la quema de los miles de pagarés que acreditaban las deudas de los universitarios, y que el artista visual Francisco Tapia Salinas, conocido como “Papas Fritas”, declaró al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago haberlos quemado.

Ya van tres meses desde que la Policía de Investigaciones encautó las cenizas para encontrar al responsable de esta “performance” que fue expuesta en el Centro Cultural Gabriela Mistral, en Santiago. En este período, la UDM ha avanzado hacia la quiebra, intentando de cualquier forma posible reunir el dinero para cancelar la deuda de 15 mil millones a sus acreedores, según consignó El Mercurio de Valparaíso.

Incluso, la universidad declaró que forzaría judicialmente el pago de los aranceles pendientes. En este contexto es que los alumnos de la UDM declararon en la toma del campus de Reñaca que ellos fueron los responsable de la quema de los pagarés.

Evelyn Sánchez, estudiante de Psicología que participó en la toma, dijo que “lo que nos hicieron a nosotros fue una estafa; por lo tanto, lo más lógico era hacer algo parecido de vuelta”.

El estudiante de Kinesiología de la UDM Raúl Soto, fue el primero en admitir la responsabilidad en la incineración de los pagarés, asegurando que la versión del “Papas Fritas” no es del todo verdad.

Según Soto, el artista habría participado de la toma de la universidad, pero lo pagarés no habrían sido quemados en su casa, como relató el artista su autoacusación judicial, sino que lo habrían hecho cerca de la sede de Reñaca.

“Él estuvo viviendo con nosotros en la toma, pero los que estábamos en la toma fuimos los protagonistas y los artífices de la quema de los pagarés de la Universidad del Mar”, aseguró.

También aclaró que los dichos pagarés no fueron quemados todos juntos, sino que durante varios días consecutivos a partir del 4 de julio de 2013. “Fue en una fogata que se extendió a lo largo de tres días y cuatro noches. Así se hicieron cenizas las deudas de miles de familias”, contó.

En cuanto a las sanciones que esta acción podría tener para los alumnos, Soto dijo que “cada uno se restará o asumirá responsabilidad”.

Sin embargo, esta declaración no es suficiente para ser sentenciado. “Asumiré si me encuentran responsabilidad, pero tiene que hacerse una investigación como corresponde”, declaró.

También expresó que es insólito que la universidad quiera forzar el pago de los aranceles sólo para pagar la deuda con acreedores como el rector “Patricio Galleguillos o el señor Héctor Zúñiga”, quien fue imputado por delitos de corrupción mientras se desempeñaba como controlador de la UDM.

Evelyn Sánchez contó que luego de la quema se hizo un pacto de silencio donde “todo se hizo tratando de que fuera como el evento artístico que hizo el Papas Fritas, o sea, no culparnos nosotros derechamente. Obviamente, al principio sabíamos que lo teníamos que asumir, pero después resolvimos que lo haríamos con el tema del Papas Fritas y se asumió de esa forma”.

Aseguró que no romperá el trato que hicieron con sus compañeros para no perjudicar a nadie que no quiera estar involucrado, “porque se supone que si hay un pacto, no se debe romper. (…) Ahora nos van a comenzar a llamar a todos para dar declaraciones y van a pasar un montón de cosas”.

Este es el video donde actores, políticos y músicos chilenos invitan a “La Gran Marcha por Palestina”

Atenti: Se viene la película que une a Kiss con el fútbol americano

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Kiss YT Imagen extraída de Youtube.

Una película sobre Kiss comenzará a rodarse dentro de muy poco, tendrá como nombre “Cadillac High” y mostrará a un equipo de fútbol americano de la escuela secundaria en Cadillac, Michigan, que se inspiró en los rockeros para ganar siete partidos seguidos en 1974.

Esta buena noticia para los fanáticos de Kiss fue confirmada por Gene Simmons, según consignó Radio Futuro.

“Está totalmente financiada y ahora está en la etapa de pre-producción. Sin embargo, la única fecha que podría darles sería una suposición”, declaró.

La historia cuenta que este equipo de fútbol americano comenzaron a escuchar a Kiss en los camerines, lo que los ayudó a tener una racha de siete partidos invictos, transformándose en las estrellas de su escuela.


Cuestionan a Jueza que reveló nombre de nieto de Estela Carlotto

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Estela de Carlotto
María Servini de Cubría, fue cuestionada por haber revelado el nombre del nieto de Estela Carlotto, titular de las Abuelas de la Plaza de Mayo, quien el día de ayer finalmente pudo encontrarlo.

Según consignó La Tercera, la presidenta de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), Claudia Carlotto, criticó la actitud de la jueza Servini, ya que “si no lo llamaba por teléfono (al joven), se enteraba por la televisión; y eso no es algo bueno cuando se necesita serenidad”, dijo sostuvo la hija de Estela Carlotto.

Asimismo, el diputado, Remo Carlotto, sostuvo que “la difusión del nombre por parte de la jueza no colabora con el reencuentro”.

Horacio Pietragalla, quien es hijo de desaparecidos y nieto recuperado, se sumó a las criticas y aseguró que la jueza se equivocó, al revelar la identidad de Ignacio Hurban, quien era buscado como Guido.

“Abuelas decide si se difunde el nombre a través de la autorización o no del nieto. Esta vez no se pudo por cuestiones de ego, de prensa. El error que se cometió fue muy grande”, sostuvo Pietragalla.

Este sábado terminan las llamadas de larga distancia nacional

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Larga distancia A1

El Gobierno chileno anunció hoy el fin de la larga distancia al interior del país para la telefonía fija a partir del próximo sábado 9 de agosto, fecha desde la cual todas las llamadas tendrán el mismo costo independiente de la región de origen o destino.

“Con el fin de la larga distancia nacional estamos avanzando en nuestro desafío de acercar a todos los chilenos. Se trata de un importante paso en conectividad, que beneficia a familias, trabajadores y empresas de todo el país”, señaló el Ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo.

“A través de la tecnología estamos traspasando las barreras de la distancia y la ubicación geográfica y esta medida nos permitirá, más adelante, implementar la portabilidad total, donde el usuario podrá cambiar su número de teléfono fijo a celular y viceversa”, agregó.

El término de la larga distancia entre las distintas regiones chilenas se inició en marzo en el extremo norte del país y culminará ahora en la Región Metropolitana, que comprende Santiago y sus alrededores. Se estima que beneficiará a unos tres millones de usuarios de telefonía fija en todo Chile.

La medida se logró aplicar tras un acuerdo con las distintas empresas de telefonía que accedieron a eliminar los cargos adicionales por llamadas entre distintas zonas.

Claudio Palma firma contrato con Fox Sports Chile: “Es algo que me llena de satisfacción y me plantea nuevos desafíos”

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Este miécoles, Claudio Palma firmó un contrato con FOX Sports Chile para relatar los 90 partidos de las clasificatorias sudamericanas. El comunicador que deja CDF, valoró la confianza que puso en él, el “canal de deportes líder a nivel mundial”. “Es tremendamente gratificante hayan confiado en mí para un proyecto tan importante”, sostuvo.

Según consignó Emol, la información fue confirmada por Fernando Gualda, gerente general de FOX, quien sostuvo que “Claudio Palma refleja la emoción que los chilenos sentimos por el fútbol y en FOX Sports será la voz de un proyecto internacional exclusivo de nuestro canal”.

Por su parte Palma, valoró el acuerdo al que llegó con la cadena “es tremendamente gratificante que en el canal de deportes líder a nivel mundial hayan confiado en mí para un proyecto tan importante como lo son las clasificatorias sudamericanas a Rusia 2018. Es algo que me llena de satisfacción y me plantea nuevos desafíos para mi carrera”, sostuvo.

Tras firmar el contrato, el también rostro de canal 13 presentó su renuncia a CDF, luego de haber trabajado por más de 11 años en el canal. Al respecto dijo estar, “muy agradecido de lo realizado en el Canal del Fútbol, ya que fue allí donde pude acercarme a la audiencia y de donde me voy con muy buenos recuerdos”.

Cantante Marianne Faithfull revela que su exnovio mató a Jim Morrison por accidente

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Jim Morrison YT Imagen extraída de Youtube.

La inglesa Marianne Faithful ha revelado que su exnovio, el traficante de drogas Jean de Breiteuil, “mató por accidente” al líder de The Doors, Jim Morrison, según publica hoy la revista musical británica Mojo.

En una entrevista, la cantante y actriz parece confirmar así una de las muchas versiones que han circulado sobre el fallecimiento de Morrison el 3 de julio de 1971 en París, cuando tenía 27 años de edad.

El informe de un doctor reflejó entonces que el cantante estadounidense murió por un fallo cardiaco, agravado por el abuso del alcohol, pero no se llegó a efectuar una autopsia pues las autoridades galas no consideraron que la muerte se debiera a causas violentas.

En consecuencia, muchos han sostenido que Morrison sufrió una sobredosis de heroína suministrada por el también fallecido De Breiteuil, compañero sentimental de Faithfull en aquella época y conocido “camello” de famosos.

La pareja se quedaba esos días de verano en un hotel parisino y De Breiteuil fue a visitar al líder de The Doors en su apartamento de la Rue Beautreillis, mientras Faithfull se quedó en la habitación porque, dice a Mojo, “tuve la intuición de que podía haber problemas”.

“Pensé, ‘me voy a tomar una pocas Tuinal (barbitúricos) y no voy a ir allí’. Y él (De Breiteuil) se fue a ver a Jim Morrison y lo mató. Lo que quiero decir es que estoy segura de que fue un accidente”, precisa la artista, también exnovia del líder de los Rolling Stone, Mick Jagger.

“Pobre bastardo ¿Fue que el ‘caballo’ era demasiado fuerte? Sí. Y murió. Y yo no sabía nada sobre esto. De todas maneras, todo el mundo relacionado con la muerte de este pobre chico está muerto ya. Excepto yo”, agrega Faithfull, de 67 años.

Según declara en la entrevista, su confesión ahora, 43 años después, es consecuencia de las “increíbles preguntas” que le formulan los periodistas cuando viaja a Londres para “hacer promoción”.

“No me gusta Londres (…) La última vez que estuve aquí un periodista me preguntó por qué exactamente maté a Jim Morrison”, cuenta Faithfull.

“Decidí tomármelo en serio -apunta- y contar exactamente lo que pasó y por qué yo no maté a Jim Morrison. Aunque sé quien lo hizo”.

Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprueba proyecto que pone fin al binominal

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Este miércoles, la Comisión de Hacienda de la Cámara baja, aprobó el proyecto de ley que impulsa el Gobierno y que pretende poner fin al sistema electoral binominal, reemplazándolo por uno proporcional. Los votos a favor vinieron del pacto oficialista, mientras que desde la derecha, como ya se había anunciado, votaron en contra.

Según consignó, La Tercera, la votación se hizo en relación a 5 puntos del proyecto, la definición distritos electorales; la especificación del número de legisladores; la constitución de las circunscripciones senatoriales y el número de senadores, el incentivo a candidaturas femeninas y el financiamiento de la reforma.

Todos los puntos del proyecto fueron aprobados por ocho votos a favor y cinco en contra, a excepción del que propone un sistema de cuotas para aumentar la participación femenina en la política, que fue aprobado por 9 votos a favor y 3 en contra.

Desde la derecha criticaron la aprobación del proyecto. “Lo que hemos tenido hoy es un franco retroceso, pues se ha tomado el peor camino para modificar el sistema binominal”, sostuvo el diputado de la UDI Patricio Melero y agregó que “tendrá un costo altísimo para el presupuesto del país”.

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