Sea por el exceso de noticias veraniegas o por un avance inminente de la mafia en Chile, los primeros días del 2013 tuvieron tres notorios casos de personas quemadas en extrañas circunstancias. Como si fuera una moda, todos se trataron de encubrimientos de homicidios. Y estos incluirían golpizas, ataduras con cadenas y la falta de una razón aparente.
En Lampa un hombre fue amarrado y golpeado. Lo mismo en la ruta F-190 cerca de Villa Alegre. En Temuco un joven ardió dentro de un basurero. Los tres estarían identificados, aunque las causas y detalles de sus muertes siguen sin conocerse.
No eran sólo matorrales
La noche del 9 de enero, poco antes de la madrugada, Cristian Ahumada manejaba por la ruta F-190 cuando se bajó a apagar lo que parecía ser un pequeño incendio forestal a un costado de la carretera. En cambio se encontró con una persona que ardía: “hay desintegración de epidermis, dermis, tejidos subcutáneos e incluso hay exposición de vísceras, lo que obviamente es por acción del fuego”, señaló el inspector Gabriel Alarcón de la Brigada de Homicidios de Valparaíso.
El cadáver tenía un tatuaje en su brazo y una cadena de oro. Aunque no habían causas por presunta desgracia, sus familiares llegaron por estas pistas a entregar muestras de ADN, con lo que se llegó a determinar la identidad de Jorge Pujol, de 31 años, quien vivía en la Población Fuentes de Valle Alegre. Su vehículo aún estaba cerca del lugar donde Pujol se quemaba.
El fiscal Iván Morales pasó a tratar el caso de homicidio cuando se descubrió que Pujol había sido golpeado en el cráneo y le habían mutilado sus falanges. Al parecer ya estaba muerto al ser quemado.
Luego de los peritajes, fue detenido Nelson Mauricio B.M. De 24 años, cuando se encontró su sangre en la escena del crimen.
El extranjero amarrado a un árbol
Pasado las siete de la mañana del miércoles 16 de enero, un grupo de trabajadores agrícolas pasaban por el camino El Callejón en Lampa, en el sector de Noviciado. Ahí encontraron un cuerpo carbonizado, amarrado de pies y manos y además atado de su pie derecho con una cadena a un árbol.
Los detectives de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones acudieron a recolectar las evidencias que el incendio no había consumido, entre ellos, un bidón con restos de combustible, otras dos cadenas, una bolsa y un diente de oro.
Los peritajes confirmaron que se trata de un ciudadano boliviano, que ayer fue entregado a sus familiares. Mientras, la investigación continúa a cargo del fiscal Ulises Berríos, de la zona Centro Norte y lo único que está claro es que se trató de un homicidio, según lo confirmó Francisco Orellana, sujefe de la Brigada de Homicidios, ya que el cuerpo había recibido tres golpes contundentes en su cabeza, aunque se desconocen las razones que los atacantes pudieron haber tenido.
Video de un asesinato
La madrugada del viernes 18 de enero Víctor Rivas, de 18 años estaba carreteando con sus amigos en Temuco. En algún momento de la noche las cosas se calentaron y partieron los combos. Víctor se enfrascó en una mocha con Jordan Callunao Fuentes y Jeferson García Fuentes. En medio de la pelea, a Vïctor le azotan la cabeza contra una escalinata de cemento en la calle Fernando de Aragón. Ahí la policía encuentra restos de sangre y cabellos. Estefanía Sarabia grababa todo.
Los tres trasladan el cadáver a un contenedor de basura a 200 metros, en la esquina de Francisco Poblete con Hermanos Pinzón, en la población Lanín. Ahí le prenden fuego. Según el fiscal a cargo de la investigación, Jeferson sería el autor material del asesinato y arriesga cadena perpetua por actuar con alevosía y ensañamiento.
Estefanía borra el video y los tres escapan a Curacautín, donde son detenidos por una orden de la jueza Alejandra García y quedan en prisión preventiva por cuatro meses, mientras dure la investigación del fiscal Omar Mérida, quien podría formalizarlos por homicidio. Los peritos de la PDI siguen trabajando en recuperar la evidencia de la tarjeta de memoria.