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Tomás Jocelyn-Holt, el candidato del 0%: “No me he comprado calzoncillos en 15 años”

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Foto: Alejandro Olivares

Tomás Jocelyn- Holt no quería posar para la foto con la banda presidencial. No quería que lo compararan con un bochornoso Zalaquett en el balcón. Y pidió que dejáramos en claro que había sido idea de este pasquín. Pero como dice “tener humor y buena onda”, aceptó. Y posó gustoso en un local de la Vega.

Por estos días, el abogado se pasea por la capital juntando firmas. La semana pasada anduvo por el barrio Meiggs donde, según cuenta, tuvo un recibimiento inesperado. “Esperaba que no me pescaran, pero no: la gente me pedía que siguiera, que no aflojara, que llegara hasta el final. Y firmaban por mí. Y eso es lo que estoy haciendo”, dice. Para inscribir su candidatura, necesita 40 mil firmas equivalente a 90 millones de pesos en validarlas.

Una plata que no tiene. “Ahora estoy viendo cómo financiarla. Pero esta campaña se financia en Chile. Hasta el momento la he financiado con préstamos”.

¿Vale ese esfuerzo sabiendo que no te ha ido muy bien en las encuestas?
-O sea, si no supiera que esta elección está abierta a cualquiera, no lo haría. Pero como es así, cualquier cosa puede pasar.

La última CEP te dejó con un 0%, a cualquiera lo desanimaría un resultado como ese…
-No me desanimó. La CEP no va a definir la papeleta de noviembre próximo. A lo más, influirá en las primarias y será un recurso al servicio del acarreo y el cohecho por limitarle opciones a los chilenos. Yo me salí de esa trampa. Ninguna encuesta, por lo demás, ha tenido hasta ahora la honestidad de corregir los errores de la municipal pasada.

Chile Primero te quitó el apoyo aduciendo que te habías quedado en el pasado. Uno se queda leyendo el comunicado y piensa que te están tratando de viejo y delirante.
-No te compres esos argumentos infantiles… Para serte sincero, invitaría al periodismo investigativo más duro a que investigue las verdaderas razones por las cuales me quitaron el apoyo. Y que le vayan a preguntar a ellos por qué se dieron la vuelta de carnero. Porque fueron ellos que me proclamaron. No les fui a tocar la puerta.

Fuera de eso, ¿se puede gobernar sin los partidos políticos?
-No pretendo gobernar sin partidos ni solo. Pero pretendo armar una mayoría después de la elección y no antes.

MELÓN Y MELAME

¿Qué tipo de personas te apoyan?
-Casi todos tienen entre 18 y 26 años. Son RUT de 16 a 18 millones. Si estoy en la papeleta será gracias a una sub-35 que quiere superar una oferta política plana de dos alianzas – tipo Melón y Melame – que aparentan pelear, pero dicen y hacen lo mismo.

¿Cómo ves a la generación sub- 35?
-Con todo un potencial, pero a los líderes políticos del 2011 ¿los veo dedicados a qué? A Camila Vallejos a ser candidata por la Concertación, Camilo Ballesteros lo mismo, Giorgio Jackson también, ¿qué quieres que te diga? Que su única meta sea ser diputados, no me parece.

Tú también te presentaste como candidato siendo joven y por un partido…
-¿Perdón? Pero nunca me presenté bajo una plataforma que no me convencía. Nunca denosté a la Concertación para después ir a golpearle la puerta para pedirle un cupo, no, no, no. Perdona que te lo diga: mi generación nunca pidió migajas. Esto los deja como mamones. Lo siento, lo lamento, lamento que no sea tan buena onda, pero es así. No hay nada peor que una generación dirigente que quiere que les regalen todo.

¿Algún rostro público te ha manifestado su apoyo?
-No he entrado en ese juego que tiene a otro mostrando al ex presidente de los empresarios, a una directora del Grupo Laureate y una directora del British Tobacco en su equipo de campaña. Justamente eso es lo que quiero evitar.

¿Has pensando en tu gabinete?
-Sí y pretendo reclutarlo de personas que vienen de distintos lados, de distintos pasados. Pero que compartan una cultura liberal de futuro. Que no le tengan complejos a minorías sexuales. Empoderaré a otra generación que se haga cargo de su futuro y deje de llevarle el maletín y celular a otros. Si Bachelet el 2005 buscó equidad de género, yo busco dar vuelta la hoja y dejar de definir Chile sobre conflictos de los últimos 40 años y cuyos protagonistas ya están en el cementerio.

¿Tienes un programa para gobernar?
-El programa sale al final y es parte de un arbitraje. Lo que tienes hoy son tomas de posiciones y dificulto alguien que desde enero pasado se haya pronunciado más sobre temas que yo, desde el tema educación y tributario, pasando por lo constitucional y regional, drogas y jóvenes.

Por ejemplo, ¿qué piensas de la marihuana?
-Soy partidario de no penalizar el consumo. Lo primero que haría si soy electo, es tomar tres decisiones: pasar la marihuana de lista uno a la dos, que es menos grave, que el consumo no sea penalizado y el autocultivo tampoco.

¿Qué piensas del aborto?
-Soy partidario de legalizar el aborto terapéutico, en caso de violación o incesto y en caso de inviabilidad fetal. No debiera ser una discusión religiosa, sino entender que hay una colisión de derechos que muchas veces obliga a optar.

¿Cómo solucionarías el conflicto mapuche?
-Un llamado a estado de sitio, no soluciona el problema. No van a disminuir las muertes. Si quieres generar confianza, olvídate, deja de creer que lo vas hacer solamente con un despliegue policial.

LOS OTROS

¿Qué te diferencia de los otros candidatos?
-Mucho. Si no me diferenciara, estaría apoyando a alguno de ellos.

Por ejemplo, qué te distancia de Parisi
-No creo que todos los problemas sean de mercado y que hay que darle solución de mercado a cada realidad. No. Por otro lado, yo estoy reuniendo firmas y no sé si lo estará haciendo él.

Pelemos a los demás. ¿Qué piensas de Golborne?
-Es un buen tipo, pero con pocas destrezas públicas. Va a tratar de disfrazar el voto católico chileno con una imagen de un guatón parrillero, buena persona, y eso no me convence.

¿Allamand?
-El proyecto liberal de RN, mientras tenga a Carlos Larraín metido, no tiene destino y es una mentira. Y Allamand no tiene posibilidad de ganar esa primaria.

¿MEO?
-Marco va a lograr reemplazar al PS chileno, pero Chile necesita algo más que sólo reemplazarlo.

¿Orrego?
-Claudio comete el error de creer que todos los temas valóricos los tiene que defender con una posición más conservadora. El Chile que se viene es más liberal. Es un error su apuesta.

¿Velasco?
-Un gran engaño. No puedes decir “voy” cuando sólo quieres llegar hasta la esquina. Qué valentía es esa.

¿Y Bachelet?
-Es una cosa del pasado, es no entender el Chile que viene. Además habla de un paternalismo meloso que no entiende que el silencio de una señora en Nueva York no va a resolver los problemas que hoy día Chile tiene.

¿Por qué, entonces, la gente la querrá tanto y no a otros?
-Popularidad no es lo mismo que obtención de votos. Es simpatía, pero no es más que eso.

¿Quiénes estarán en la papeleta final?
-Estarán Golborne, Bachelet, MEO y yo. Pero nadie más.

¿Crees que puedas salir elegido?
-Si no me tuviera fe, no me habría presentado.

LA CASA

¿De qué vives?
-Desde enero pasado, se me hicieron incompatibles las asesorías con mi candidatura. Y las abandoné. Mi hogar está siendo asumido enteramente por mi mujer.

Hay algunos hombres que le complica ser mantenido por una mujer, ¿te complica ser mantenido?
-Qué machista ese comentario. No puedo creer que una periodista tan simpática, bonita, de un medio tan emergente como The Clinic, me haga una pregunta tan machista.

Te lo pregunto por curiosidad…
-Qué tú me hagas esa afirmación me llama la atención. ¿No te da vergüenza esa pregunta?

En verdad, no.
-O sea, si a tu pareja en un minuto determinado lo obligaran a cambiar los roles, ¿te parecería terrible?

Me daría lo mismo.
-Que esas preguntas se hagan todavía en un país que piensa muy distinto a como pensaba 40 años atrás, me llama poderosamente la atención.

Era una pregunta nomás. No es para tanto…
-Es más, te voy a decir que nosotros somos una pareja que tuvimos a nuestras hijas antes de casarnos; por lo tanto, nuestra vida la hicimos al revés.
Hoy, por ejemplo, me encargo de las niñitas en lo que se refiere a sus tareas y labores más cotidianas. Y no me acompleja.

¿Qué otras labores te tienen haciendo en casa?
-Lavando platos.

Por tu cara, no te gusta…
-Es que a nadie le gusta, pero lo hago. Y, como te digo, somos una pareja normal. Cada uno viene de un segundo matrimonio, somos una pareja mixta. Ella es judía, yo católico. A ella la conocí cuando era relacionadora pública de la bancada de RN y yo candidato a diputado por la DC. Somos de dos mundos completamente distintos.

¿Qué es lo que los distingue?
-Todo lo que te he dicho.

Pero eso no es muy atípico. La mayoría no se casa. La mayoría tiene hijos fuera del matrimonio…
-Ahora me estás diciendo lo frecuente. Acaso no es normal que gran cantidad de los hogares los lleva una mujer. No creo en una familia estereotipada.

Te has manifestado a favor del matrimonio homosexual…
-Sí. Debería casarse todo aquel que quiera hacerlo. Esto no tiene que ver con sexo, sino que con un compromiso, con una validación social, con formar un hogar, con tener un respaldo institucional. No creo que el Estado tenga el derecho de decirles que no. Me parece que la sociedad tiene la obligación de ayudarlos.

A propósito, ¿te molesta cuando te han dicho gay?
-No. Me lo tomo con humor. A estas alturas lo encuentro pintoresco. No me molesta.

LOS CALZONCILLOS

Cambiando de tema, ¿qué importancia le das al sexo en tu vida?
-Los chilenos tienen un problema con la libido. Llegada una edad, pierdes libido y te empiezas a morir. Algunos le tienen pánico a la libido.

¿Te pasa eso a ti?
-No. Hablo en general. Yo tengo la libido alta. Pero, como te decía, no la entienden. Hay diferencias generacionales para tratar el tema. Es un tema muy reprimido, sobre todo en mi generación. Para mí la libido es clave. Para mí el sexo es un tema clave.

¿Pondrías barrios rojos?
-Yo legalizaría el comercio sexual. No soy partidario de criminalizar el sexo. Me carga la política metida en la cama ajena. Me cargan las avestruces moralistas. Son los mismos que se oponen a una educación sexual adecuada en la educación y a que la población más pobre disponga de la pastilla del día después.

¿Eres vanidoso?
-Si voy a una reunión no me voy a despreocupar. Tengo sentido del momento. No voy a llegar disfrazado.

¿Gastas en ropa?
-No compro ropa en más de quince años.

¿En serio?
-Es más, esta chaqueta la tengo del año 91…

¿Por qué no gastas en ropa?
-Mi ropa es de buena calidad. Me dura hasta 20 años. Jamás te vas a encontrar conmigo comprando la última chupá del mate de la moda.

¿Pero supongo que al menos gastas en calzoncillos?
-Te voy a hacer una confesión.

¿Qué cosa?
-Cumplo años esta semana y mi mamá llamó a mi señora para preguntarle qué quería de regalo. Y le dije que le dijera calzoncillos. Porque, efectivamente, no me he comprado calzoncillos en 15 años.

Deben estar como tela de cebolla…
-Y están mal, mal. Es curioso que un tipo que va a cumplir 50 años, su regalo más útil sea un par de calzoncillos y calcetines.

¿Tienes muchos calcetines con papas?
-En general, sí. Pero no tengo complejos con eso.

LOS LOROS

Tienes un par de guacamayos. ¿Por qué te gustan los loros?
-Desde chico quise tener uno, como Churchill que se especulaba que tenía uno que decía “fuck Hitler”. Yo quería uno para que molestara a una nana que no me caía muy bien y repitiera las cosas que decía ella. Era un poco para reírme. Pero después con los años se convirtió en algo distinto. Ahora me fascinan. Son súper inteligentes, afectivos, longevos.

¿Cuánto tiempos los tienes?
-El primer loro que tuve era un azul-amarillo, que me auto regalé para la navidad del ‘98, pero un perro lo mató miserablemente. Y a ese loro lo tengo embalsamado en el living de la casa. Se llamaba Benito. Si estuviera vivo tendría 15 años.

¿Lloraste mucho su muerte?
-Fue devastador. Tremendo. Habíamos desarrollado un vínculo muy especial.

¿Qué les has enseñado que digan?
-Dicen “care huevo”, “hola”, “chao”, “teléfono”.

No te da pena mantenerlos en cautiverio
-Es que no lo están. Están en un espacio bastante grande. Y en realidad esa casa gira en torno a ellos. Y, en general en mi casa, que no eran muy hinchas de ellos, todo el mundo está pendiente de ellos. Yo creo que la quieren más a ellos que a mí. Y viceversa.

¿En serio?
-O sea, captan más la atención que cualquiera.

NARRATIVA MAMONA

Se dice que la élite chilena es inculta y que no da el ancho. ¿Concuerdas?
-Te doy un ejemplo. A principios de los ’90 conocí al presidente de la CTC en Chile, Ramajo. Un tipo expansivo que te hablaba de todo. El mundo, América Latina. Culto, avasallador. Como él he conocido a muchos fuera de Chile ¿De qué crees que se hablaba con ellos? ¿de si Bachelet vuelve o no? El otro día, estuve en la comida de la energía eléctrica que me sorprendió.

¿Por qué?
-Estaban los tipos más ricos del país. Me tocó el director de un semanario en la misma mesa. Lo único que hablaban era del gym y sus vacaciones. ¡Imagínate! La industria más controvertida de Chile, con todos los temas ambientales imaginables. HidroAysén, leyes que no se despacharán en este gobierno y ahí estaban, decadentes, hablando de raquetbol. Me dejó helado.

¿Y qué hiciste?
-Llamé a una amiga y le dije que aprendía mucho más andando en micro que en una comida de empresarios.

¿Andas en micro?
-Siempre. Me encanta. También ando en metro para todos lados. En Londres, hay personas que van a la ópera en metro o arriba de buses. Y los vas a ver vestidos formalmente. Pero aquí está muy segregado eso, pero tontamente.

¿Tú vas a la opera en micro?
-He ido a matrimonios, a cócteles formales, usando el transporte público y sin ningún complejo.

¿Cuál ha sido el libro que más te ha rayado?
-Muchos. Cien años de soledad, El viejo y el mar de Hemingway, todo Shakespeare me encanta. Hay muchas cosas que me rayan. Pero estoy con poco tiempo para leer. Y soy un poco neurótico en mis lecturas. Abro y cierro mis libros. Me las voy en eso.

¿Qué escritores chilenos te gustan?
-No soy muy dado a la narrativa chilena contemporánea de los últimos 20 años. Soy muy amigo de Carlos Franz, me cae muy bien, ha hecho cosas notables en la generación de los 80, pero no soy su hincha. Tampoco soy hincha de Jorge Edwards, que tiene un enfoque muy depresivo y parroquial.

¿José Donoso?
-Me caía muy bien su hija, pero vivir de los tormentos infantiles, no. Las personas que tratan de alguna manera de proyectar un valor universal de sus experiencias muy limitadas, tienen un pequeño problema.

¿Cuál?
-Yo creo que la narrativa nuestra ha tenido el defecto que es muy mamona y trata de explicarnos casi siempre el dilema freudiano. Y en ese sentido la mayor parte de nuestros novelistas han querido hacer su propio sicoanálisis.

¿Qué piensas de la tv chilena?
-Que un canal público haya terminado haciendo un reality como el de las Argandoñas, es el fiel reflejo de la tragedia. Que canal 13 haga lo suyo trayendo a Mauricio Israel a un reality, peor… ¿qué quiere decir esto? ¿que en diez años más vamos a tener a la Quintrala protagonizando un reality? Es una cosa brutal.

¿Cuál es el personaje más detestable de la tv?
-Cada vez que se vuelven detestables, se agotan. Mira el panel de Tolerancia Cero, está agotado. Algo está pasando con esos panelistas que están chocheando y tienen que pasar a una siguiente etapa. Prefiero ir mil veces a Primer Plano que a Tolerancia Cero. Que, a todo esto, me encanta.

¿Por qué?
-Está muy bien armado. No es el cahuín el que me entretiene, es la reacción de los invitados. No me preguntes por faraduleros, porque no los conozco. Pero sí soy hincha de Queraltó, que es genial, le pone entusiasmo. Alejandra Valle me encanta, me fascina. Así que si me invitan a Primer Plano, feliz me siento en el panel.

Pero tendrías que tener un cahuín. Aunque a los políticos les sobran…
-Claro. Pero les prometo que el programa va a ser lo más entretenido que hay.


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