Lo que partió como una broma terminó en tragedia. Martín Semirg, un joven de 20 años estadounidense, se disfrazó de zombie para asustar a su polola a pocos días de Halloween.
Martín fue a la casa de su polola vestido de zombie, pero cuando la muchacha se encontró con el muerto viviente, no reconoció a su pareja. Sacó una pistola de su cartera y le disparó en una pierna, porque según declaró pensó que le “iban a robar”.
Recién cuando Martín cayo al suelo, su novia lo reconoció. El sujeto se encuentra en un hospital local de Montana, Estados Unidos y fuera de peligro.
Claramente, la chica no pensó en la pésima decisión que significaba dispararle a un zombie, que -como se sabe- no son afectados por las balas e incluso, como enseña The Walking Dead, atrae a más zombies ya que ellos pueden escuchar.