Vía Elpuercoespin.com.ar
Una noticia deriva a un error 404, un video no está disponible desde el lugar donde uno se encuentra, un portal de noticias es intimado por los organismos gubernamentales a quitar escandalosa información comprometedora, una conversación privada en Skype es utilizada como prueba para torturar y detener activistas. Hay países en los que usar Internet es una peligrosa aventura.
El 12 de marzo se conmemoró un repudio generalizado: el día de la cibercensura.
Promovido desde 2008 por Reporteros Sin Fronteras (RSF) -organización creada en 1985 para garantizar la libertad de expresión y denunciar abusos hacia periodistas- el informe anual detalla el nivel de censura que hay en cada país y cuan silenciadas son las voces de la prensa. En muchos países el acceso a Internet es limitado o nulo.
Según el último informe (de 2012), en Arabia Saudita, Bahrein, Bielorrusia, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Siria, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam Internet es considerada enemiga de los gobiernos.
Pasar el rato en un cibercafé en Eritrea puede ser una actividad sospechosa: habrá civiles ávidos por vigilar la actividad del cibernauta. Lo mismo en Vietnam, donde cada año se sancionan leyes que vetan cualquier artículo en contra del Partido Comunista (PCV), estos ejemplos de ciber-ejércitos dedicados a la caza de disidentes son un complemento a las diversas maneras con que los regimenes controlan lo que sucede. La Syrian Computer Society (SCS) y la Syrian Telecommunications Establishment (STE) trabajan en conjunto con el gobierno y se encargan de bloquear palabras claves de los buscadores, urls y demás caprichos del gobierno sirio. Lo mismo ocurre en Bahrein, donde el 77 por ciento de la población tiene acceso a una Internet de alta velocidad cuyos 23 proveedores de Internet son controlados por la familia real bahrení, adeptos a piratear sin escrúpulos cuentas de Facebook y Twitter en busca de opositores.
En 2011, Wikileaks hizo públicos los “spyfiles” que revelaban la existencia de un mercado millonario dedicado a la censura en Internet, y la complicidad de una cantidad de empresas. Gamma, Trovicor, Hacking Team, Amesys y Blue Coat son algunas empresas “enemigas de Internet”; según el informe de RSF, estas compañías proveen todo tipo de herramientas a gobiernos, servicios secretos y de seguridad. Los llamados “spywares” espiarán discos duros, recuperarán contraseñas y sabrán cualquier movimiento -a favor o en contra- de activistas, periodistas o disidentes. En Bahrein, Siria, China, Irán y Vietnam una falsa actualización del “spyware” o abrir un archivo adjunto de un mail puede llevar a prisión, a la tortura o a la muerte.