La polémica por los tres soldados bolivianos que Chile tomó presos y quiere enjuiciar por traspasar la frontera ‘con armamento de guerra’ sigue en llamas. Las versiones, tanto de Chile como de Bolivia hasta ahora son irreconciliables y mientras en el país vecino organizan protestas para que los soldados vuelvan, en Chile la clase política se cuadra con la actitud del Gobierno que insiste en que los soldados cruzaron la frontera y que deben ser juzgados por ello.
El miércoles, en el lanzamiento del Año Internacional de la Quinoa celebrado en la sede de la ONU en Nueva York, Evo Morales aprovechó para reiterar que los soldados detenidos en Chile son “rehenes políticos” y agregó que la postura de Chile ha sido “vengativa” y “soberbia” en este caso.
Ayer jueves las palabras de Morales tuvieron respuesta del Gobierno de Chile, que a través del embajador permanente antes las Naciones Unidas, Octavio Errázuriz, afirmó que ”los tres conscriptos bolivianos detenidos en Chile lo fueron por ingresar ilegalmente a territorio nacional portando armamento de guerra. No lo fueron ni por ser bolivianos ni por ser militares. Dichos soldados están sometidos a la Justicia chilena con pleno respeto a las normas del debido proceso y el derecho internacional por parte de ese Poder independiente del Estado”.
Errázuriz recalcó que “desde el momento de su detención les fueron dados a conocer todos sus derechos y tanto las autoridades bolivianas como la defensa de los ciudadanos bolivianos han tenido pleno acceso a ellos. Los militares han sido tratados con la dignidad y el decoro que corresponde”.
Al respecto, la ministra de Comunicaciones de Bolivia, Amanda Dávila, realizó graves denuncias contra el proceso que se desarrolló tras la detención de los tres soldados, afirmando que se les obligó a firmar un documento donde renunciaban a la defensa que les podría prestar el Consulado de Bolivia, cuestión que corrobora la versión de Roberto Celedón, abogado chileno de los militares, quien si bien no habla directamente de la firma de un documento sí menciona que no se les permitió comunicarse con el Cónsul de su país.
Para Celedón los soldados nunca supieron que estaban efectivamente en territorio chileno. “No hay ninguna demarcación, la frontera ahí es una línea imaginaria, no hay ningún hito físico, si es una zona completamente desértica. No tenían idea que estaban en Chile. Ellos llevaban dos semanas ahí, no tenían conocimiento del lugar. Y actuaron con completa serenidad ante los diez carabineros, con metralletas algunos y con pistolas los otros”, dijo el abogado a Radio ADN.
Según el Fiscal de Tarapacá Manuel Guerra, que lleva el caso de los militares bolivianos, el juicio a los soldados es para sancionar el porte ilegal de armas de guerra y no el traspaso hacia Chile e indicó que estando a dos kilómetros de la frontera, de día y en una zona con zanjas que indicaba que se estaba en una zona limítrofe, los tres militares no podían no ignorar que estaban en territorio chileno.
Según lo declarado por Roberto Celedón el martes 20 de febrero, los militares declararían hoy viernes ante la Fiscalía.