El pasado sábado 19 de enero fue formalizado el responsable de los dos mega incendios que afectaron a las zonas de Quillón, Florida y Banquil durante enero de 2012 y enero de 2013, que terminó con dos personas muertas, de 69 y 71 años y con más de 26 mil hectáreas de bosque nativo quemados. El responsable resultó un analfabeto de la zona que fue declarado como pirómano y que justificó los incendios porque le gustaba ver cómo los aviones los apagaban.
Carlos Cifuentes Cifuentes, de 37 años, confesó haber sido el autor de ambos atentados ocurridos la madrugada del 1 de enero de 2012 y el 13 de enero de este año, ambos de similares características y con la misma cantidad de focos de propagación, y se justificó por el gusto que le generaba ver a los bomberos apagar el fuego.
El individuo, que prestaba servicios a una empresa contratista para Celco, aseguró durante los interrogatorios de la fiscalía que “siempre le gustó el fuego, que disfrutaba ver a los aviones mientras lanzaban agua a los incendios”. Pero además, sus motivos fueron también laborales, ya que su trabajo era plantar los bosques de la empresa y con un incendio de estas magnitudes se aseguraba trabajo para el resto del año.
Los fiscales a cargo del caso, Maritza Camus y Álvaro Serrano, de las fiscalías de Bulnes y Yumbel, aseguraron que dieron con el rastro del sujeto por el modus operandi de los incendios, que era similar y por huellas que iban desde uno de los 18 focos del incendio del ocurrido este año, hasta su casa.
Al momento de la detención de Cifuentes, éste confesó de inmediato y aseguró que siempre usaba los mismos elementos para prender fuego: velas, papel higiénico y combustibles, porque así el fuego no se apagaba y ardía más rápido.
Según Maritza Camus, Cifuentes comprobó la teoría que manejaban cuando durante el interrogatorio entregó datos que sabían sólo los integrantes del equipo a cargo de la investigación.
“Su relato detallado era absolutamente concordante con la investigación. Nos indicó que instaló 18 focos esa noche, que se movilizó en bicicleta, que usó una mochila en la que llevaba los insumos, y que buscó la cárcava para direccionar el fuego y hacer difícil el control inmediato del incendio”, señaló la fiscal, agregando que “si él no hubiera sido, no habría tenido como responder”.
Por lo demás, y según el perfil sicológico del sujeto, su madre relató a la PDI que cuando Cifuentes tenía 10 años, un incendio consumió su hogar y perdieron todo lo que tenían. “Esto hay que investigarlo porque puede ser el hecho que gatilló su personalidad pirómana o ser su primer ataque”, dijo la fiscal Camus.
Por el momento, Carlos Cifuentes fue formalizado por el delito de incendio con resultado de muerte y arriesga una pena de hasta 15 años y un día de prisión.