Por Pijama Surf.
La efigie de un hombre con los genitales al aire, realizándose una autofelación, es uno de los ornamentos más inesperados para un edificio religioso y la representación escultórica de una autoridad eclesiástica, en este caso el arzobispo de Colonia Konrad von Hochstaden, quien provocó la ira del los talladores al imponer un impuesto que aumentó el precio de la cerveza, esto para poder completar la construcción de la catedral del lugar.