Durante la segunda jornada de formalización a los 16 imputados en la supuesta red de explotación sexual de menores, la defensa de los acusados ha tratado de establecer de que se trata de un caso de prostitución sin que los involucrados supieran que se trataba de menores de edad.
En ese sentido, Carlos Cortés, abogado defensor de Patricio Matus, uno de los acusados como cliente de la presunta red, señaló que su cliente reconocía haber recibido servicios sexuales, pero siempre de mayores de edad ya que en ninguno de los testimonios presentados el lunes fue reconocido como una de las personas que habrían tenido sexo con menores.
Esta fue la misma hipótesis que sostuvo el abogado de Enrique Manzur, Rodrigo Aldonay, quien se opuso a la posibilidad de que su cliente quede en prisión preventiva, como lo solicitó el Ministerio Público, ya que si bien acudía al domicilio de la calle Lira, identificado como centro de operaciones de la red, sólo lo hacía en busca de compañía y no habría tenido sexo con ninguna de las menores.
Ayer, la jornada estuvo marcada por los testimonios de las víctimas entre los que resaltó el relato de “Francia”, quien detalló paso a paso como funcionaba la presunta red y contó que había caído en la prostitución por la necesidad de mantener a sus dos hijos, el segundo de los cuales habría nacido una semana después de haber “atendido” a “clientes”, según uno de los relatos.
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